Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela

El cacique Coromoto era muy terco. Varias veces se le apareció la Virgen, pero él tenía miedo de que, si aceptaba la fe cristiana, perdería su control y dominio. Llegó a intentar atacar a la aparición. La Virgen, sin embargo, tuvo la paciencia de esperarle hasta que se decidió a decir sí a Dios.

Tu turno:

  • ¿Alguna vez has visto algo en tu vida que parecía ser de Dios, pero lo rechazaste?
  • ¿Cómo llegaste a aceptarlo al fin?

Oración

Virgen de Coromoto, a veces también yo soy terco y me niego a escuchar las llamadas de Dios. Siento que si lo hago quizá pueda perder el poco control que tengo sobre mi vida. Enséñame tú que el amor de Jesús no quita nada y lo da todo. Grábame tu imagen de amor y comprensión y respuesta a Dios. Envíame, como a Coromoto, a anunciar la Buena Noticia a todos. Amén.