Mensaje del Padre Marcos Brummel, C.M.F.
Director del Santuario Nacional de San Judas

Estimado/a Amigo/a de San Judas:

La historia de las Novenas a San Judas es una de inspiración y esperanza. En el otoño de 1929, la gente acudió a la primera Novena Solemne a San Judas celebrada en el Santuario Nacional del San Judas. Fueron cientos los que llegaron, llenaron la recién construida parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la cual se encuentra el Santuario, y también abarrotaron la calle East 91st  Street. Otro detalle especial es que la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe fue la primera parroquia hispana en toda la ciudad de Chicago, lugar donde los trabajadores hispanos del área encontraron un refugio espiritual para sus familias.

¿Qué era lo que los peregrinos estaban buscando? Esta es una simple respuesta, y una que guarda la devoción a San Judas viva hasta el día de hoy: Una promesa de esperanza. La vida era difícil en ese entonces, como parecen todas las épocas, y la gente llegó con sufrimientos, penas y necesidades para pedir la intercesión de San Judas, patrón de los casos desesperados.

La ferviente devoción de la gente de Chicago en esa noche propagó un legado de esperanza hasta el día de hoy y que actualmente incluye cerca de un millón de devotos unidos por medio de la Liga de San Judas. Desde la fundación del Santuario Nacional de San Judas por el Padre James Tort, C.M.F., hace más de 80 años, los Claretianos han cultivado y promovido un ministerio de esperanza. El regalo de nuestra afiliación con San Judas nos guía en nuestros ministerios para ayudar a quienes están en necesidades extremas en más de 60 países. Nuestro carisma misionero, evangelizador, espiritual y comunitario está presente en todo  lo que hacemos en el nombre de nuestro fundador, San Antonio María Claret de España.

Queremos compartir con usted algunas imágenes de nuestros ministerios para que pueda ver un rostro de esperanza, y el rostro de Cristo, como lo hacemos nosotros en nuestra misión de servicio a la vida. Es por medio de nuestros ministerios con quienes están en necesidades extremas hoy, usando todos los medios posibles, que respondemos a nuestro llamado—como lo hizo nuestro fundador, Claret—a vivir verdaderamente “en fuego con el amor de Dios”.

Los Claretianos continuamos recordando a todos nuestros benefactores en nuestras Misas y oraciones, y asimismo pedimos que nos tengan en sus oraciones también. Le damos gracias por su contribución constante y por su fiel devoción.

Suyo en la esperanza,

Padre Marcos Brummel, C.M.F.
Director del Santuario Nacional de San Judas